Cada tumba con su cruz. Una tumba a cada lado del camino. La pareja de la caja rectangular y el cadaver que va adentro. Aveces pienso que las tumbas no guardan los cadaveres, sino que los proteje. El epitafio es lo que estos dementes amadores demuestran al mundo, que indecidido camina el paso lleno de piedras y a sus lados, una tumba diferente por cada tres pasos. Cada tumba con su cruz. El amor es la muerte más egoista de todas: cada uno guarda a su ser amado en una caja rectangular, que adentra bajo tierra, en el corazón de esta, para que nadie lo toque, o lo mire, y espera que le guarden respeto. Ciertamente se espera que todos le tengan cierto miedo o respeto a los cementerios. Algunos amorers son tan porfundos, que entre la niebla espectros crean que les protege de los que inseguros buscan profanar alguna tumba. Si el amor es muerte, a cada uno le espera su tumba. Y cada tumba tiene su cruz. No hay cuerpo alguno que se quede sin tumba. Y si alguién se incendió, y en cenizas quedó, su tumba sería el viento, tan infinito.
Están los que matan.Están los que son matados.
Están los que se suicidan.
Pero a cada uno le espera una tumba. Y cada tumba tiene su cruz.
-Como el amor es muerte, yo soy un suicida, que mataría hasta beber de tu boca la vida que me falta para entender por que debo continuar luchando...- A.N.A
Si el amor fuera muerte...
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