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Feliz Navidad para todos, de parte del dueño del blog! :p

Etiquetas: Saludos y presentaciones

Caigo.
El abismo es infinito.
Tu cuerpo me espera ansioso, pero yo ya no soy más.
Y caigo.
Un corazón sangrante, me recibe. Tus brazos me envuelven. Me dan la seguridad que aleja de todo. Pero ya no puede ser.
Y caigo.
Respiro lejanía y mis pulmones se llenan de tristeza. Anestesiado, me impulsan a seguir cayendo. Giro y ruedo, me golpeo con las rocas de alguna colina absurda.
Y caigo.
En el mar, estoy en el mar a la deriva. Rodeado de melancolía azul que solo logra recordarme tu rostro. Las aguas de terciopelo oscuro se abren para darme paso.
Y caigo.
Conozco este lugar, debajo del mundo. En aquellas oscuras noches, vivía sueños lucidos y recorría a pie sus pasillos. Sé que otra versión de vos reside acá y espera con ansias recibirme con los brazos abiertos.
Pero ya no soy. Es parte de la eterna soledad de los hombres, que buscan intacto aquello que alguna vez quebraron con alevosía.
Y caigo.
Miles de corazones sangrantes caen sobre mí, llenándome mi cuerpo de aquella sustancia que nos encadena a la mortalidad. Tus brazos son tentáculos que me envuelven e intentan arrancarme la cabeza. Tus ojos abismales me inundan de su oscuridad. Logro zafarme.
Y caigo.
Respiro, y mis pulmones se llenan de agua. Me ahogo, en un mar de incertidumbre.
Y caigo.
Ruedo y me golpeo con tus brazos que ahora son colinas rocosas.
Y caigo.
De los corazones mana agua que se mete en mi boca y me ahoga..
Y caigo.
Me esperás allí, abrís mi corazón y lo llenas de rocas y agua.
Y caigo.
¿Es esto mi castigo por desobedecer a la naturaleza?
Ya.


-¿Qué tenemos acá?- pregunto el jefe de policia, mientras caminaba alrededor del cadaver aplastado contra el asfalto-.
-Claramente un suicidio- respondió un vecino del edificio.
Junto al cadaver el oficial encontró un marco de fotografía, con el vidrio quebrado. Al voltearlo observó a un hombre, abrazado a su amada. Detrás podía verse un extraño escenario azul, y en la parte inferior derecha un texto rezaba “Yo estuve en Atlantis”.
-Y desde el piso más alto- dijo el policia, mientras observaba el cielo-.

Etiquetas: Relatos

Esperé meses en aquel kiosco para esto. Mañana será el momento sublime donde por fin haré mi mejor actuación: Cumpliré el rol de "Argentina con división política".

Sí... Y todos estarán allí para verme. Yo representaré a todos las provincias. A todas, en mi pequeña superficie. La directora de teatro que acostumbra retarte por las mañanas será la que saque a relucir toda mi destreza en tan fino arte.

Y marcarás montañas inexistentes con una fibra ocre. Ilustrarás lagos que solo ves en tu mente, de color celeste. Celeste como el cielo. Justamente aquella parte del rol donde siempre fallo. Y bueno, todo actor tiene sus limitaciones y la mia son las dos dimensiones.

Te reirás de nombres como "Río de los Patos" o "Río de Janeiro", anteponiendo a cada rótulo el clásico "me" que otorga al chiste su consistencia. Y luego los escribirás con tu sentencia más importante: la lapicera azul.

¡Oh, la lapicera azul! ¡Sublime logro el que he obtenido! Me has considerado tan importante como para confiarme palabras que no se borraran jamás, que permanecerán en mí, al menos hasta el fin de mi existencia.

Ahora pasamos juntos las noches, y tu lees una y otra vez lo escrito en la eternidad. Yo te acompaño y te envio fuerza. ¡Fuerza! Para que demuestres a esos hombres que se creen adultos que vos también sos capaz de retener nombres en la infinidad de tu mente.

Volviste del examen. Tuviste que usar otro actor, pero no importa, no me pondré celoso (no de un novato que debe realizar una improvisación en plazos muy breves de tiempo, a espera de una calificación de la Gran Directora de Actores)
Estás feliz. ¡Yo también estoy feliz! ¿Y ahora qué haremos juntos?

Ha pasado una semana de aquella evaluación. Han estrenado una nueva obra y otro actor ha ocupado el rol de África.

Y bueno, el éxito es así. Viene y va.

Algún día vas a tener que repasar y yo volveré a ser importante, no como ese otro ajado.

(Igual no tengo nada con los negros, eh. No piensen cualquiera).

Etiquetas: Relatos

Corría el año 2032. El remate transcurria apacible. Al colocar una pila extensa de libros sobre la mesa, el martillero llamó la atención de los presentes.
-Por la colección de los treinta y seis libros de Frédéric Nietzche, aquellos que se han salvado de la quema misteriosamente... ¿Quién da más?
Los carteles comenzaron a dejarse ver. Pero el más empecinado en obtenerlos era un hombre ubicado en el banco al medio de la fila derecha.
Finalmente, el martillero cerró la venta por treinta millones de dolares.

Una vez en la puerta de salida del lugar, Frédéric se marchaba feliz con sus libros en la mano.
-¿Venderán alcohol en algún lugar por acá?- pensó para si mismo-. Es la última vez que le presto el mio a Platón, si el desgraciado no me avisa que va a quemar quinientas unidades.

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La perla

-Mírame, dime que ves.- dijiste. Había pasado un autobús, así que no entendí. -Dije que me mirarás y me dijeras que ves.- dijiste. Esta vez si había agudizado bien mi oído. Vacilé un poco. Miré para dentro, pensando en luego que decir. Sin respuesta alguna, dejé entonces de pensar y dije lo que sentía. –Veo una niña como una perla.- dije –Veo una perla de niña.- dije. -¿Cómo?- Preguntaste, queriendo rectificar y yo rectifiqué. –Veo una niña como una perla.- dije –Veo una perla de niña.- dije. Sonreíste. Yo miré al suelo. Vacilé un poco. Luego te miré de nuevo. –Dije que te amaba.- dije. -¿Qué mas quieres oír?- Pregunté. Ya había dicho todo lo que quería decir. Entonces lo último que dije fue por desesperación. Mi corazón se iba a salir y tú no dabas respuesta. Solo me mirabas. Solo sostenías mis manos con mis dedos entre los tuyos. Entonces dejaron de pasar carros y el cielo se abrió; dejó de llover. Todo estaba en silencio. Doy gracias, pues no quería no oír o equivocar lo que predecías a decir. Tus ojos brillaban. Mientras, esos segundos eternos trascurrían. Y, me besaste. Un largo y profundo beso. Después nos volvimos a quedar observándonos, como en el principio. Pasó mucho tiempo según mi instinto. Y mirando más profundo que nunca te adentraste en mí mirar. –Dije ‘te amo’- dijiste.

- Fragmento de mi libro de historias cortas... -
PD: Hubo un anónimo que quería llevarse mis palabras a otro lugar para que fueran más apreciadas, según él. Quisiera saber quien es y para donde se las quisiera llevar, para ver en que lo puedo ayudar. Igual que mejor aprecio que el de ustedes, sino no siguiera postenado...

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Me informa un amigo que estás viniendo hacia aquí. Cantata de los diablos la que recitan sus labios al decírmelo, a través de trece profanas palabras. En esta noche fria y sola, has venido a verme a mí, que estoy feliz en mi cautiverio.
¿Cómo ilustrar la indignación que siento por dentro? Pues después de dura lucha, he recibido el rótulo de “amigo”, y me será imposible mantenerlo si irrumpes en mi morada al final del día. Seré el que susurraba en las tinieblas que tu amor no volviese porque con él vuelve lo vivo. Seré el que reclamó doce veces y no fue escuchado.
He perdido segundos de vista... Ha sido mientras me enteraba de tu visita. Siete extrañas desapariciones, que no puedo explicar*. No se donde quedaron pero se han llevado ya mi verdadero yo, el que ha quedado aquí es un doble sin coraje, que ante el espejo y la máscara no se reconoce ni a él mismo.
El tren de medianoche te trae a mi guarida. ¿Vienes a ver al hombre de tres caras?
Dejame en paz, que hoy es martes solamente. Si vienes a traerme sufrimiento hazlo un día que ya no sienta dolor. Poseo el atrapasueños quebrado y el gato negro de absorber malos espíritus en esta habitación. Aquí es donde estaremos en momentos. Yo me sentaré frente a ti y te veré a través de mi caleidoscopio, buscando la manera de darte una forma más agradable. Y tú solo hablarás, como siempre. En algunos minutos. Quizás sean seis. Quizás sean seis. Quizás sean seis.

*Tú lo has invocado, no yo.

Dedicado al Ru550, que me bancó en esos casos, y al Gonza, que parece una conexión Dial-Up, se cae a cada rato... Ánimo!!! ;)

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# Posteado por Morton 1:13 a. m.  

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