12 septiembre, 2006

 

Sale Zernóch




Abran la puerta que sale Zernóch. Ahí, con su rolex y su traje valuado en miles, es la autoridad en su barrio natal. Córranse que pisa, muévanse que empuja, cállense que escucha.
Él camina en la avenida y sus guardias lo ven todo, más no le aciertan, lo bailan y carcajean pero no se alegra, se le corre el rimel... Un desastre.
Entonces escupe y levanta la mirada, cual vigía en la tormenta. Por sobre la copa de los árboles, vislumbra un pobre gato enjaulado en oxígeno, desesperado por su propia vida ladrando y cacareando.
Corre, no sin antes ponerse su casco de Mickey Mouse, y se posa en marcha ausente, ¿Esperando votos? ¿O atención alguna? Quizás no resiste su amor loco por los animales.
El gato lo olfatea, a lo lejos, y aún así siente el insípido azufre, plagar su pituitaria. Clásico de lagartijas en mascarada de empresarios.
Zernóch toma su celular, el cúal no para de sonar con una cancioncilla aturdidora, lo arroja al piso, y en cuanto se asegura que se ha rayado en su cubierta, lo atiende.
Cuando la noticia parece recibir, el gato lo mira curioso (cosa que suele matar a los de su especie, que aún así sienten amor loco por morir, o muerte loca por amar... No sé, se confunde, mejor que no piense en eso, ¡Que no! ¡Que sale Zernóch!).
Su piel se eriza. Zernóch toma ahora un anotador, hace garabatos con un lápiz color rojo furioso, y grita a viva voz:

-Oh caramba, caramba... ¿Como es que el Índice pudo haber bajado así? ¿Y Rogermino Asociados cayó 3.5? Ah no, Dios, no... Acciones eran las de antes.

El felino no puede resistir, y baja raudamente el árbol, hasta colocarse en el hombro de Zernóch. ¡Sale Zernóch! Con sus ideas celestiales.

-¿Rogermino Asociados, en serio?- preguntó el gato preocupado-. ¿Y que hay de Lipstituth? ¿Subió algo?

Media hora más tarde, los medios cubren las noticias, y en todos los canales... ¡Sale Zernóch! ¿Cuántos días sin carrusel puede sobrevivir un periodista inadaptado?

-Zernóch, el empresario que ha pagado a la Real Academia Española por la liberación y justificación del uso indiscriminado de tildes en el idioma castellano, hoy ha concretado otro acto de fe y de amor al prójimo:
Ha bajado este oficinista del árbol.

El gato se mira y nota que ya no es quien era. Entonces salta, ríe y luego recita Neruda.
Sólo una periodista lo escucha, y decide rogarle que lo repita, esta vez con su grabadora encendida.

Por otro lado, un joven, micrófono en mano, pregunta al hombre de dientes blancos perlados, que gusta mostrar, algo que cruzó por su cabeza.

-Zernoch, díganos: ¿Son ciertos los rumores que lo ubican entre los mejores del mundo a nivel de insanía?

¡Sale Zernóch! Abofetea al torpe preguntón. Éste siente la textura de sus manos, como un delicado terciopelo lacio, indefinido y bastardo, perverso.

-¡Es Zernóch, con tilde en la O!- vocifera el empresario.

El muchacho, confundido, se frota la cabeza, se aleja en silencio y segundos después no es más que un simple gato, que corre por la avenida sin rumbo fijo.

El micrófono cae al suelo y otro periodista lo levanta y le da un mordisco. El gusto a éxito, a metal sazonado, lo duerme.

Zernóch se cansa, activa su dispositivo, y una vez invisible, camina por la avenida, donde el asfalto le grita elogios, con sus zapatos caros. Entra de una vez a su casa.
Se quita el casco y manda a sus guardias a descansar.
Y mañana a cuidarse... Que sale Zernóch. No es cosa fácil.

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# Posteado por Morton 10:13 p. m.
Comentarios:
Lo que sea que estes consumiendo... CONVIDA
 
Jajaj... La misma que para Todos los Ricardos Todos xd
 
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